Getting Things Done (GTD) es una metodología de productividad personal que redefine cómo abordas tu vida y tu trabajo. Esta metodología pretende ayudarte a poner cierto orden dentro del caos de las tareas y responsabilidades diarias, de manera que no estén continuamente viajando a un lado y otro de nuestra cabeza. Es una metodología que te ayudará en tu día a día, tanto a nivel profesional como personal, y si la utilizas con disciplina conseguirás sacarte de la cabeza el “¡que de cosas tengo que hacer!”.
Los fundamentos de la metodología nos gusta resumirlos en tres simples pasos:
Escribe, graba o reúne todo lo que ocupe tu atención en una herramienta de colección, en lo que llamaremos “bandeja de entrada”. Y no te preocupes de vomitar la información en bruto, lo importante es el qué, no tanto el cómo, el cuándo o el dónde. Vacía tu mente.
Esta bandeja de entrada podría estar en la aplicación de notas de tu teléfono, en Planner o en un cuaderno. Lo más importante es que no esté en una herramienta tipo Outlook, sino que sea un sitio donde tú y sólo tú vomites todas y cada una de las cosas que ocupan tu atención, desde el informe que tienes que preparar para el viernes hasta la lista de la compra.
En momentos de tranquilidad debes sentarte delante de tu bandeja de entrada y procesarla. ¿Eso que tienes escrito es accionable? Si es así, decide cual es la siguiente acción (o proyecto en caso de que requiera de más de una acción). Si no, decide si es basura, si es un material de referencia o si es algo para poner en espera.
Además, lo suyo es que organices y detalles las acciones una vez hayas decidido que es algo que debes hacer. Debes organizar si es algo personal, una tarea que tienes que hacer para pasado mañana o si se lo tienes que asignar a alguien de tu equipo (o de otro). Además, es bueno que pienses cuanto tiempo crees que te va a llevar completar esa acción, de tal manera que, si te va a llevar menos de 5 minutos y puedes hacerla ahora, la hagas.
Para entender mejor estos primeros pasos puede serte de ayuda el siguiente esquema:
Actualiza y revisa todo el contenido del sistema GTD, tanto el contenido bruto que tienes en la bandeja de entrada como el que has incorporado al resto de depósitos. De esta forma podrás mantener el control y el foco en tu sistema. También es importante que marques como completadas las acciones cuando las finalices, puesto que conseguirás demostrarte productividad y te sentirás más motivado.
Poco a poco conseguirás tener un sistema GTD de confianza, con el que podrás tomar decisiones con confianza y claridad sobre las diferentes acciones que ahí recopiles.
<aside> 🔍 Última actualización: 15/03/2020
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